Derechos humanos

Derechos humanos
人权

Derechos humanos / 人权

Derechos humanos / 人权

Sumario

Los derechos humanos son derechos intrínsecos a todos los seres humanos, sin distinciones de sexo, grupo étnico, lenguaje, religión o de cualquier otra índole. La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) fue adoptada en 1948 como «un ideal común para todos los pueblos y naciones».[1] El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que tienen los gobiernos de actuar en cierto modo o de abstenerse de ciertos actos a fin de promover, proteger y hacer efectivos los derechos humanos y las libertades fundamentales de individuos o grupos. Por razones políticas, al ser codificados como instrumentos legalmente vinculantes, los derechos enumerados en la DUDH fueron divididos en dos pactos diferentes: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC). China ha ratificado el PIDESC pero no el PIDCP, manteniendo que los principios de soberanía y de no injerencia prevalecen por sobre la noción de derechos humanos universales. En lugar de ello, China considera que los derechos humanos son «cuestiones internas» de un país, y no una prioridad legítima de la comunidad internacional. China promueve una concepción relativista y estatocéntrica de derechos humanos con «características chinas», según la cual estabilidad, armonía, subsistencia y desarrollo económico preceden en orden de importancia a los derechos humanos, en especial a aquellos civiles y políticos.[2]

Análisis

China publicó su primer documento oficial sobre derechos humanos en 1991, como respuesta a la crítica internacional suscitada por la represión estatal de los manifestantes de la plaza Tiananmén en 1989.[3] En este documento se indica que China comprende los derechos humanos de modo diferente que Occidente, debido a sus diferentes condiciones nacionales e históricas. Así y todo, el documento implicó un giro en la política de gobierno, pasando del abierto rechazo de los derechos humanos como concepto «burgués» a una posición de aceptación, si bien reticente y parcial, de estándares y principios internacionales de derechos humanos. China ha ratificado seis de las nueve convenciones de derechos humanos fundamentales, sin dejar al mismo tiempo de sostener que el «derecho a la subsistencia» (生存权, derecho no contemplado por el derecho internacional de los derechos humanos) y el derecho al desarrollo (发展权) son los «derechos humanos principales». En la Conferencia Internacional de Derechos Humanos de 1993, llevada a cabo en Viena tras el fin de la Guerra Fría para afirmar la universalidad e indivisibilidad de todos los derechos humanos, China sostuvo lo siguiente:

«Para un vasto número de países en desarrollo, el respeto y la protección de los derechos humanos pasa en primer lugar por hacer plenamente efectivos los derechos a la subsistencia y al desarrollo. Carece de fundamento sostener que los derechos humanos son una condición previa necesaria al desarrollo. Si la pobreza, la falta de comida y de vestimenta adecuadas son algo común y las necesidades básicas de las personas no se ven satisfechas, debería priorizarse el desarrollo económico. De otro modo es imposible hablar de derechos humanos.»[4]

La confianza en el «modelo chino» se vio potenciada por la crisis financiera mundial de 2008. Al mismo tiempo, Pekín percibió las así llamadas revoluciones de «colores» en varios países a principios de la primera década de este siglo como indicios de una creciente amenaza externa. En 2013, una comunicación emitida por el Comité Central de la Oficina General del Partido Comunista de China urgía a reforzar el liderazgo y control sobre el «campo de batalla ideológico» por parte del partido. El documento, denominado comúnmente Documento 9, advertía de siete peligros considerados como una amenaza al Partido Comunista, incluyendo entre estos la promoción de valores universales.[5]

En los últimos diez años, la postura de Pekín en relación con el sistema internacional de derechos humanos ha pasado de la antigua actitud defensiva a una estrategia más proactiva. China se ha vuelto una promotora de cambios en las normas internacionales que busca «romper la hegemonía de derechos humanos de Occidente» (打 破 西 方 人 权 霸 权) y cambiar la «gobernanza internacional de los derechos humanos».[6] En una serie de discursos ante el Foro Económico Mundial de Davos y ante las Naciones Unidas en Ginebra y Nueva York en 2017, Xi Jinping presentó el concepto de «comunidad de destino compartido para la humanidad» (人类命运共同体), una visión para un orden mundial que hace hincapié en la soberanía, el respeto a sistemas políticos diferentes y la «cooperación ganar-ganar» (合 作 共 赢) entre los Estados.[7] En 2017, el concepto de una «comunidad de futuro compartido» fue incorporado a una resolución adoptada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU bajo el título «La contribución del desarrollo al disfrute de todos los derechos humanos[8] En junio de 2020 el consejo adoptó una resolución patrocinada por China bajo el título «Promoción de la cooperación mutuamente beneficiosa en la esfera de los derechos humanos», abogando por un sistema internacional de derechos humanos basado en la cooperación entre los Estados, antes que en la responsabilidad de los países y en los derechos de individuos. [9]

[1] Naciones Unidas: «Declaración Universal de los Derechos Humanos», ONU, 1948, disponible en <https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights.>

[2] Para más información sobre la perspectiva del gobierno chino sobre derechos humanos, véase la página de la Sociedad China de Estudios de Derechos Humanos: <http://chinahumanrights.org/>

[3] Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China, «Human Rights in China», Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China, 11/1991, disponible en <http://www.china.org.cn/e-white/7/index.htm>

[4]Liu Huaqiu: «Vienna Conference Statement», en Angle, Stephen C. y Svensson, M. (ed.), The Chinese Human Rights Reader: Documents and Commentary 1900-2000,  M.E. Sharpe, Nueva York, 2001, p. 392.

[5] ChinaFile: «Document 9: A ChinaFile Translation, How Much Is a Hardline Party Directive Shaping China’s Current Political Climate?», ChinaFile, 8/11/2013, disponible en <https://www.chinafile.com/document-9-chinafile-translation>

[6] Danhong, R.: «Establish an International Communication Platform for Human Rights and Promote China’s Discourse Power on Human Rights — A Review on Ten Years of Beijing Forum on Human Rights», Sociedad China de Estudios de Derechos Humanos, 17/5/2019, disponible en <http://www.chinahumanrights.org/html/2019/MAGAZINES_0517/13211.html>

[7] Xi Jinping: «Work Together to Build a Community of Shared Future for Mankind», 18/1/ 2017, Agencia de Noticias Xinhua, 19/1/2017, disponible en <http://www.xinhuanet.com/english/2017-01/19/c_135994707.htm>

[8] Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Resolución 41/19: La contribución del desarrollo al disfrute de todos los derechos humanos, A/HRC/RES/41/19, Biblioteca digital de las Naciones Unidas, 17/7/2019, disponible en <https://digitallibrary.un.org/record/3834575?ln=es>

[9] Agencia de Noticias Xinhua: «UN rights body adopts China-sponsored resolution on mutually beneficial cooperation», Agencia de Noticias Xinhua, 23/6/2020, disponible en <http://www.xinhuanet.com/english/2020-06/23/c_139159324.htm>

Author: Malin Oud